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miércoles, 22 de febrero de 2012

ESTE JUEVES " UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE "

El secreto de la abuela Alicia:
Cuentan los familiares que conocieron a mis abuelos maternos, que el abuelo Abrahan, se enamoro de la abuela Alicia, un dia que entro a tomar un café, en un restaurante del casco viejo de Santander,capital de donde eran los dos.Una joben camarera, se acercó a el, y le pregunto que deseaba tomar, el abuelo que estaba leyendo la prensa, levanto la vista, buscando el rostro de tan bonita voz, y se le iluminaron los ojos, al ver la preciosa sonrisa de la joben muchacha.
El abuelo, ( que era tan joben como ella ) se enamoro, de la simpatia, y la alegria que contagiaba a tod@s l@s clientes.
Que desde entonces volvió todos los dias, con la esperanza de poder hablar unos minutos con ella, pero no se atrevia a decirle que se estaba enamorando, a causa de su timidez, ademas, en aquellos años, no estaba bien visto, que una mujer se insinuara a un hombre, y menos delante de sus padres,con lo que mi abuela tampoco se atrevia a decirle nada a él. Parece que su padre se dio cuenta de que se gustaban, y ayudo a la pareja, propiciando el momento en que el abuelo le pediria permiso para empezar un noviazgo, que pronto acabó en una feliz boda. Con los años, compraron un pequeño restaurante con la vivienda justo encima, tuvieron cuatro hij@s, parecia que la vida les sonreia, cada dia estaban mas enamorados, hasta que una mañana,un temporal de viento Sur, provocó, un terrible incendio en la ciudad de Santander. Las llamas devoraron un tercio de la capital, y el noventa por ciento de los negocios, entre ellos, el bar y el piso de los abuelos.


Se habilitaron las caballerizas del " Palacio de la Magdalena "Para cobijar a las familias que perdieron sus casas, El abuelo Abrahan, trabajo como pescador durante unos meses, hasta que un amigo, le dijo que en Bilbao, se necesitaban trabajadores, porque la industria, estaba creciendo, y como consecuencia de ello, tambien la población, y se estaban edificando muchas casas.A si llegaron los abuelos a Bilbao,en un tren lleno de gente, con la esperanza puesta en encontrar un futuro para su familia, como muchas familias de aquella época.Unas maletas, cuatro hij@s, escaso dinero, y mucho amor.Al salir de la estación de Abando, el abuelo tropezo y callo al suelo, haciendose un pequeño moraton en el pomulo derecho, nada importante.Se instalaron, y en unos dias todos encontraron trabajo. La esperanza volvio a la familia de nuevo.Ninguno de l@s hij@s, se dio cuenta del cambio de ropa de la abuela, ni que dejo de sonreir, eran tiempos duros,en los que se trabajaban muchas horas,el abuelo tampoco dijo nada, se acostumbraron a verla vestida con el ábito de las " Carmelitas descalzas"
 Hasta que una mañana el abuelo se sintio mal, ingreso en el hospital, y en pocos dias murió,aquel pequeño golpe al parecer le desato un cancer de huesos, que en unos meses termino con su vida.Pasaron los años, y la abuela ya mayor, pasaba temporadas en casa de cada hij@,recuerdo que yo pensaba como era posible tener una abuela monja, que se pasaba las horas del dia con un rosario entre los dedos, y además casi no hablaba, yo tendria seis ,o siete años entonces, y sentia un cierto temor a acercarme a ella, tenia la mirada mas triste que habia visto nunca, no salia a la calle, siempre sentada en un rincón de la sala. Mi padre la traia caramelos de menta, que ella guardaba en los bolsillos, y cuando algun niet@, se acercaba a ella, le regalaba uno.Y en alguna ocasión especial, que mi padre traia carolinas a casa, la dejaba una entre las manos, porque sabia que a ella le gustaban, era el único momento en que ella esbozaba una leve sonrisa. Mi abuela no padecia ninguna enfermedad, simplemente creo que tomo una decisión, por algun motivo que se nos escapa, y se llevo su secreto con ella.
Un once de Febrero, cuando yo tenia doce años, la abuela Alicia murió, en el mismo hospital que el abuelo Abrahan, llevandose con ella, las respuestas a muchas preguntas que jamas se hicieron, pero que han volado en el aire, desde entonces hasta ahora.



     

Aquí os dejo la receta de este rico pastel, que hace las delicias de grandes y pequeñ@s, que vivimos en Bilbao, y que tanto le gustaba a mi abuela Alicia.


Desde Venus....Lucia.

Encontrareis mas experiencias inolvidables, en la casa de Maru.




25 comentarios:

MARU dijo...

Vaya cuento precioso!!!!! Es curiso, mi abuela mateen, también se llevó a la tumba un recuerdo que a última hora, se lo iba a contar a mi madre, en el lecho de muerte, pero prefirió callarse... Me has hecho retroceder muuuuuchos años.
El relato, impecable en las formas, de un contenido lleno de recuerdos es triste pero entrañable.
Un besto querida amiga. Gracias pro tu aportación y compañía.

MARU dijo...

Perdón, quise decir abuela materna.

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Pobre abuela, se llevó su secreto a la tumba.
Una historia muy bonita, triste y tierna a la vez.
Me ha gustado
Un abrazo

José Vte. dijo...

He leido todo la historia con el corazón encogido. La vida de nuestros abuelos ha sido muy dura. Hoy en día, y a pesar de todo, creo que no sabemos valorar bien lo que eran aquellos años donde se carecía de casi todo y se trabajaba y se sufría mucho.

Pobre abuela Alicia, perder su vida y a su marido en pocos meses, son golpes muy duros.

Un abrazo

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Según tengo entendido, por aquellos años era bastante común hacer votos y promesas a los santos a cambio de favores, y el hecho de vestir sus hábitos distintivos solía verse con frecuencia, dicen, sobre todo en niños. No había oído el caso que así lo hicieran adultos, pero, no es de extrañar, considerando las costumbres de aquella época, donde las exteriorizaciones de fe eran muy valoradas.

Una emotiva historia.

Un abrazo.

Juan Carlos Celorio dijo...

Vaya historia, bonita, en un momento pero triste a partir de la llegada a Bilbao. Quedo con sabor amargo por la vida de la pareja tras el incendio y lo que con él ocurriera al abuelo.
Besos Lucía.

El Alma de Venus dijo...

Maru,que coincidencia la de nuestras abuelas, espero que la tuya aya sido feliz hasta su muerte,un beso dulce....Lucia.

El Alma de Venus dijo...

Carmen,es verdad que es un poco triste,pero no he querido adornar el relato,con un final que no fuera el cierto, o al menos, es el final que yo viví,un beso dulce, y gracias por tu visita...Lucia.

María José Moreno dijo...

Preciosa historia, entrañable y muy vívida aún en tu recuerdo. Los abuelos son figuras difícil de olvidar.
Gracias por la receta
Besos

El Alma de Venus dijo...

José, es cierto, fué una época muy dificil,en la que se pasaban muchas necesidades,se vivia intensamente,aunque a mi, me gusta recordar el amor, que toda la familia dice que se tenian,Yo no conocí al abuelo Abrahán, pero debió de amar mucho a la abuela Alicia...Siento si te entristecio un poco....Besos con sonrisas....Lucia.

Anónimo dijo...

Has reflejado muchas cosas en tu hermoso relato. La dureza de unos tiempos en que sufrir grandes privaciones era lo normal. En que los amores tenían que discurrir dentro de los cánones que dictaban la férrea moral de la época y las buenas costumbres, las familias con gran número de hijos, la solidez de las familias, los signos externos de luto, (riguroso negro, hábitos y rezos), etc. El preponderante papel de los abuelos en en el seno de la familia. Cosas todas ellas que brillan con luz propia en tu relato, Lucía.
Me ha encantado y me ha traido recuerdos de mi infancia.
Un abrazo.

Carol dijo...

Una historia muy bonita, un tesoro impagable el que te dejó tu abuela con tan hermosos recuerdos,con su forma de ser y con tantos sentimientos que llenan tu corazón.

Gracias por compartirla. Me ha emocionado por su hermosa sencillez y calidez.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

lucía, en el desarrollo de este cuento, nos has ido metiendo en la vida ymuerte de dos personas que vivieron en épocas difíciles...sabes, esas épocas las he rozado simplemente con mi insconsciente...era demasiado pequeño para poder discernir si el hecho de merendar pan y chocolate era signo de pobreza, que nunca de hambre...pero con el pasar del tiempo supe que era lo primero...supe eso y muchas más cosas. debido a estas cosas que fui aprendiendo, un buen día tomé conciencia de lo que habían luchado nuestros padres y agüelos...
el hecho de que algunos de ellos se refugiaran en la melancolía, en el silencio, no me extraña nada...
medio beso.

Sindel Avefénix dijo...

Que historia triste, una vida de golpes recurrentes. A veces es mejor quedarse con algunas preguntas, y conservar el misterio, seguramente la abuela tenía claras sus razones para tomar esa decisión.
Un abrazo

Alfredo dijo...

Entrañable historia, con una segunda parte curiosa.
¿Que llevó a la abuela Alicia a distanciarse de los estímulos terrenales?
¿Que tipo de pacto haría con el abuelo Abrahan, para que este compartiera esa nueva situación?

Entiendo la necesidad de conocer esas respuestas a comportamientos tan especiales.

Besos

Susurros de Tinta dijo...

Tengo solo una neurona y está oxidada, te lo advierto por si aún no lo sabías, y esto viene porque juro que comenté tu relato el viernes y ahora no veo el comentario, te decía que mi bisabuela también vestía el hábito y nunca se me ocurrió preguntar el porqué lo hacía, seguramente era una promesa o en agradecimiento a algo, yo creo que tu abuela Alicia estaba agradecida porque en el incendio no perdió a ninguno de sus seres queridos, nuestras abuelas estaban hechas de otra madera, más fuerte y más agradecida, su fé les daba para agradecer y nunca para reprochar, miles de besossssssssssssssss

El Alma de Venus dijo...

Neogeminis,gracias por contarme de donde puede venir esa decisión.
Me resulta dificil de entender que a un niñ@ tambien se le pueda vestir con ábitos durante años.
Algunas costumbres,y creencias de esa época son bastante singulares.
Besos....Lucia.

El Alma de Venus dijo...

Juan Carlos,la historia tiene un triste final, pero a mi me gusta pensar que se amaron mucho, como cuentan en la familia,algo que cada dia es mas dificil encontrar ahora.
Será por que soy una soñadora irrecuperable, y contenta de serlo jajajjaj Besos....Lucia.

El Alma de Venus dijo...

Mary Jose,en mi vida ha sido siempre muy importante la familia,aunque no conoci, a mis dos abuelos, porque murieron antes de nacer yo.
Si conocí a mis dos abuelas, y eso me dio pistas de como pudieron ser ellos.
Ademas a traves de ellas, aprendí a quererlos....Besos.

El Alma de Venus dijo...

Pepe, me alegra mucho que a traves de mi relato, ayas recordado momentos vividos en tu infancia,espero que agradables, aunque eran tiempos dificiles para tod@s, cuando se carece de lo imprescindible,gusta pensar que el amor pueda triunfar, como con mis abuel@s.
Besos...Lucia.

El Alma de Venus dijo...

Carol,creo que las vivencias de nuestr@s antepasados nos ayudan a comprender, y conocer, algo más de nosotr@s mism@s.
De lo que somos ahora.
Besos Lucia.

El Alma de Venus dijo...

Gustavo,que rico el bocadillo de pan con chocolate cuando eramos niñ@s jajjaaja,confieso que algunas veces me hago uno pequeñito a media tarde con un thé rojo, para merendar.
Desde luego luchadores, fueron sin duda.
Besos...Lucia.

El Alma de Venus dijo...

Sindel,a mi me encantan los misterios, y las situaciones inesperadas,quiza sea porque soy una romantica soñadora.
Besos guapa...Lucia.

El Alma de Venus dijo...

Alfredo,siento pena por no haber podido conocer al abuelo Abrahán,
Por los silencios de la abuela, intuyo que los lazos que los unieron fueron muy fuertes,intuyo que algo más que el amor los debió de atar.

Besos..Lucia.

El Alma de Venus dijo...

Susurros, te prometo que no he visto ningun otro comentario en este relato,que este de aqui al lado,lo de tu neurona quiza sea contagioso y por eso no lo vi jajjajaj Estaré al tanto, porque solo me faltaba eso jajaja ¿ donde puedo pedir responsabilidades si me veo afectada ? jajajj
Gracias por hacerme reir un buen rato.
Besos alegres guapa....Lucia.