Creo en lo que no creo
y olvido lo que sé,
quiero esa risa...
Que aún no ha tenido tiempo
de hacerse más prudente,
de pensarse dos veces si reír.
Es como celebrar el mundo
o lamentar su estado...
Envidio que no ayas vendido,
tu alma al diablo,
y que bailes con el
a la luz de la luna...
A veces sin conciencia.
Juego contigo,
porque no sabes de reglas...
Ni tan siquiera
las de tu propio juego.
Y mientras aprendes,
soy yo, la que no se
ni desde cuando,
soy o no soy yo...
Quiero la impunidad
con que te entregas
a la tarea de vivir la vida,
sin paz, sin horizonte,
sin infierno, sin fronteras...
Que son el argumento
de las vidas ajenas.
Viéndote como juegas y te mueves
se diría que desconozco...
¡Todo lo que conozco !
El Alma de Venus.
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